Por una prolongada exposición al sol, al calor, por hacer ejercicios en ambientes calurosos o poco ventilados, nuestra temperatura corporal aumenta y comenzamos con pérdida de agua y sudoraciones excesivas para nuestro correcto funcionamiento. Cuando nuestros sistemas de regulación fallan se origina una suba sostenida de temperatura corporal.
El llamado “golpe de calor” no solo puede presentarse de manera inmediata a la exposición sino que puede aparecer después de varios días.
SÍNTOMAS
Sed intensa.
Sequedad de boca.
Temperatura corporal de 39° o más.
Sudoración excesiva.
Sensación de calor sofocante.
Piel seca.
Agotamiento, cansancio, debilidad.
Mareos, desmayos.
Vértigo.
Calambres.
Agitación.
Nauseas, poco apetito, vómitos.
Dolor de cabeza.
Desorientación, estado confusional, delirio.
¿QUÉ HACEMOS?
Actuá rápido.
Bajar la temperatura con un baño.
Hidratarse con agua fresca.
Trasladarse a un ambiente fresco y ventilado.
RECOMENDACIONES PARA DÍAS CALUROSOS
No tomes bebidas con cafeína, ni alcohol, ni alto contenido de azúcar.
No realices actividad física en horas críticas (de 11 a 16 hs).
Usá ropa liviana, holgada y fresca.
Cuidá tu alimentación, procurá que sea liviana con ingesta de frutas y verduras.